¿Qué es el pensamiento crítico?
El
pensamiento crítico no se trata dedicar mucho tiempo a encontrar los
mejores argumentos para nuestras ideas u opiniones, sino todo lo
contrario, cuestionarse desde el principio los conceptos básicos y
preconcebidos para tratar de aproximarse lo mejor que podamos a la
verdad. Para ello, hemos de seguir una metodología, que podemos ir
practicando y perfeccionando con el tiempo.
En
el día a día hay admitir que no es posible cuestionarse todo, por una
limitación de tiempo y conocimiento. No obstante y como futuros
educadores tenemos la obligación de hacer llegar a nuestros alumnos
informaciones objetivas. Además ellos agradecerán más nuestras certezas
que nuevas dudas, por lo apretado de sus programas.
Quizá
la clave de aplicación radique en entender la etapa de desarrollo en la
que se encuentren, y el objetivo principal del curso que estemos
impartiendo (adquisición de destrezas o preparación para superar
exámenes).
Hay
que tener en cuenta también que el uso del pensamiento crítico puede
complicar mucho la integración en determinados grupos o ámbitos
sociales. Pues uno puede ser atacado o ridiculizado por tener una
opinión o realizar una argumentación. Hay que tratar pues de defender
que todo el mundo pueda expresarse y reivindicar el derecho a pensar
diferente, a equivocarse, a rectificar e incluso a cambiar de opinión en
el transcurso de una discusión, porque en el fondo es lo que hacemos
cuando razonamos.
Caso práctico: analicemos el efecto de la ley antitabaco.
En primer lugar tenemos que tener una mente abierta. Es decir, pensemos
que aunque nos parece evidente que la ley fue buena, podría no ser así.
Para ello hemos decidido listar probables ventajas e inconvenientes.
Ventajas de la Ley:
Si admitimos que el tabaco es malo para la salud, lo cual está avalado
por la ciencia, y por tanto, por un pensamiento racional, la prohibición
de fumar en espacios públicos es beneficiosa para la sociedad porque:
- Provoca una disminución de la exposición de las personas no fumadoras al humo.
- Hace que la gente se inicie menos al hábito, ya que es un ejemplo que vemos menos.
- La gente se sensibiliza con lo perjudicial que es.
- No se banaliza el hecho de que una persona tenga que aguantar el humo de otras personas.
- La gente fumadora tiene menos espacios en los que puede hacerlo y por tanto es de esperar que paulatinamente fume menos.
Desventajas de la Ley:
- Se coarta en cierta medida la libertad del fumador.
- Hace que los fumadores se sientan acosados por un hábito que tienen que además es adictivo.
- Provoca que trabajadores de las empresas tengan que salir a la calle,
con la consiguiente merma de productividad, ya que al ser tan adictivo
el tabaco, no es realista que la gente simplemente deje el hábito de un
día para otro.
En definitiva, esas son unas cuantas razones de ambas posturas pero
obviamente se podrían sacar más. Si siguiéramos estrictamente un
razonamiento crítico, deberíamos cuestionar la veracidad de cada una de
esas razones y si efectivamente constituyen una ventaja o desventaja en
cada caso. Para nosotros son razones muy reales y sopesándolas, nuestra
balanza se inclina hacia la postura de estar a favor de la ley. Poniendo
en perspectiva las razones mencionadas, parece que los temas de salud
prevalecen porque es lo que proporciona el bienestar y la propia vida.
Por tanto, concluimos que estamos a favor de una ley que prohiba fumar en espacios públicos.
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